Emprendedurismo digital en México

México era hasta hace poco uno de los países favoritos para convertirse en potencia mundial y en el ámbito de las telecomunicaciones y tecnologías de la información no faltaron de buenas ideas para crear lo que muchos llamaron “El silicon valley mexicano”, la corona se la disputaban las principales ciudades industrializadas de México: CDMX, Jalisco y Nuevo León, todas ellas plagadas de jóvenes talentosos que prometen convertirse en el escenario digital perfecto para la nueva revolución digital que se venía de la mano de la web 2.0, la inteligencia artificial y el auge de las Startups. ¿Entonces qué falló?.

Hoy en día existen muchas compañías que se juzgan así mismas como innovadoras o que quieren verse así mismas como el referente de la innovación en el país pero ninguna de ellas es realmente relevante a nivel internacional como para pensar que han marcado la historia de la informática como lo son las compañías americanas o chinas, existe más bien un mercado de consultoras de todo tipo que maquilan software para empresas diversas, sin afán de menospreciar la trayectoria y profesionalismo de las empresas nacionales estas simplemente absorben el talento nacional y lo convierten en una fuerza de trabajo en donde lo que se remunera es el desempeño dentro de un entorno controlado sin verdadero impacto mundial más allá de los objetivos de la empresa a la que la consultora le trabaja.

¿Pero acaso no Google, HP y Microsoft fueron compañías multimillonarias que se dieron con simplemente un par de entusiastas en un garaje?. En realidad no, esa es más bien la parte romántica de la historia que si bien sucedió también estuvo plagada de otros factores:

1.-Lo hecho en EU es tendencia por default:La tecnología creada en EEUU tiende a ser estándar y el segmento de usuarios nacional e internacional aceptan sin dudas las tecnologías extranjeras, incluso a pesar de que pueda existir algún producto similar de procedencia nacional.

2.-La infraestructura tecnológica permite ofrecer servicios con tecnología de punta: Las tecnologías de hoy en día requieren servicios basados en la nube que permitan escalar millones de usuarios de forma rápida y eficiente, sin embargo estos servicios permanecen en el extranjero y crean una especie de dependencia con los proveedores como Google o Amazon, de alguna forma se crea una especie de sandbox que permite tener controlados a los competidores, servicio nacionales de este tipo son escasos.

3.-Existe el respaldo de otros actores digitales de peso:Cuando pensamos en Netflix, Spotify y otros emprendimientos digitales de peso tenemos detrás de ellos grandes alianzas, solo hay que pensar que Netflix no pudo haber logrado un catálogo de películas en streaming medianamente amplio sin el consentimiento de las productoras de cine y lo mismo Spotify.Incluso otros desarrollos requirieron la “bendición” de varios actores de Silicon Valley para poder crear tendencia, sin mencionar los desarrollos internos de las ya bien conocidas empresas del medio como Apple o Microsoft.

4.-Los ecosistemas de desarrollo están enfocados a las tecnologías de frontera y no al segmento de maquila:Las tecnologías del valle del silicio se enfocan en crear como ya Digimon tendencias, ser referente de tecnología y dejan a un lado esa visión un tanto cuadrada de las consultoras de software tradicionales estancadas en un modelo de desarrollo de sistemas para negocios(Nóminas, Inventarios, Recursos Humanos) y si bien estos sistemas no son inútiles y en ocasiones son bien pagados no representan esa visión única que tiene Silicon Valley que es la de crear tecnología disruptiva que cambie las vidas de todos en el planeta.

En pocas palabras no solamente se trata de en dejar de pensar en consultoría de software sino de crear políticas que faciliten los negocios digitales y que prioricen la creación de infraestructura digital nacional, de incentivar a las universidades públicas de adentrarse más en lo que hace exitoso al emprendedor digital y las herramientas actuales que permiten desarrollar de forma mas rapida y eficiente, es también crear una nueva cultura de consumo y de alianzas que genere el interés por la innovación mexicana e impulse a través de otros sectores empresariales la adopción de estas tendencias primero al interior del país y luego hacia el mundo.